Sandrine, una periodista de un periódico local de Normandía, recibe la noticia de la muerte de su abuela, Suzanne, a la que nunca llegó a conocer en vida. Sandrine viajará a la isla donde vivía su abuela para recoger todas sus pertenencias. El lugar está habitado por gente que llegó a la isla hacia finales de la Segunda Guerra Mundial con el fin de trabajar en un campamento de verano para niños cuyas familias habían sido especialmente afectadas por la guerra. Horas después de su llegada a la isla, Sandrine advierte que los lugareños ocultan algo, y unos días más tarde encuentran a Sandrine deambulando por una de las playas, sus ropas teñidas por la sangre de otra persona, y murmurando sinsentidos. Para entender la verdad, el inspector Damien Bouchard tendrá que bucear en el pasado y la memoria de Sandrine, poniendo en juego la cordura de Sandrine y la suya.