Vladimir Girshkin acaba de cumplir veinticinco años y su vida está lejos de ser la que soñaba cuando abandonó su Rusia natal para vivir en Nueva York: atrapado en un empleo deprimente, hijo de unos padres decepcionados porque no ha sido capaz de labrarse un buen futuro y novio de una mujer de la que no está enamorado. Sin embargo, acabará echando de menos toda esta mediocre tranquilidad cuando su vida dé un vuelco.