La obra de Jesús Poveda y Silvia Laforet es una interesante lección que enseña a desdramatizar la muerte, un tema de incuestionable relevancia del que, no obstante, no se habla a menudo. Afronta con valentía la reflexión sobre la enfermedad, el dolor y el sentimiento de pérdida que, con frecuencia, acompañan el final de una vida, y nos prepara para entender la muerte como un “buen adiós”.