El talento se aprende, se contagia, se provoca. En la familia, en la educación o en la empresa, los talentos existen como existen los seres humanos. Que brillen con especial intensidad es tarea de cada uno y procurar que esto ocurra tarea de todos. La sociedad avanza y se desarrolla, y con ella el bienestar de sus integrantes, cuando se desarrolla al máximo el potencial de sus talentos. Entre todos podemos ayudarnos. Desconocemos la medida real de nuestro talento, de nuestro verdadero potencial, por eso lo desaprovechamos y estamos persuadidos de que no hemos dado aún lo mejor de nosotros mismos. Este libro nos muestra cómo provocar ese talento que cada uno de nosotros atesora y que necesitamos desarrollar. El que a lo largo de la Historia acertó a desarrollar el ser humano, desde Newton hasta Apple, pasando, quién sabe, tal vez por ti.