Parece increible que la autora escribiera este libro con apenas 19 años. Bello y sencillo, describe de manera magistral los intensos pero confusos sentimientos de la adolescencia.

Libro sencillo, pero muy puro y fresco a la vez. Trata de los celos enfermizos de una hija por perder la relación idealizada y absorbente con su padre. "Buenos días tristeza" tiene eso: el don de lo sencillo y exquisito. Pequeño, pero que te atrapa.

Novela, por su extensión casi un cuento, donde una adolescente juega con los sentimientos de los mayores, de todos cuanto la rodean, para planificar su futuro y el de su padre, pero sin contar con él. Final de novela, de cuento diría yo con moraleja. Muy fácil de leer. Lleva pocas horas hacerlo, así que merece la pena.

Lo leí de adolescente y me impactó mucho. Supongo que era la época de la incomprensión del mundo hacia mí y de mí hacia el mundo. Guardo muy buen recuerdo de él.

Qué sentimientos tan contradictorios me ha producido la lectura de este libro. Por un lado la satisfacción de leer una obra cuya trama va en crescendo, desde la simple y poco prometedora descripción de los caprichos insatisfechos de una adolescente, conformista con su cómodo y estéril vida, hasta dejarse llevar por los arrebatos impacientes propios de esa difícil etapa de la vida hasta las consecuencias dramáticas que nos narra la autora en un lenguaje preciso. La novela me ha encantado, aunque admito ese sabor áspero que te deja el final. Sigo entusiasmado con mis lecturas en francés.

Una joven adolescente que vive con su padre, al haber fallecido su madre, ve entrar en su vida una mujer en la que ve como esa relación paterno-filial puede verse ensombrecida. Más que una novela es un relato corto que te atrapa desde el principio. Recomendable.

Muy buena si se tiene en cuenta que fue la primera novela que publicó la autora, y con tan sólo 19 años. Narrada en primera persona por la protagonista, ésta recuerda el último verano. Cécile, una joven de 17 años, está pasando unas idílicas vacaciones con su padre, viudo desde hace años, y su amante en el Mediterráneo; pero la llegada de Anne, que fuera amiga de su madre, elegante, madura, responsable e inteligente, presagia grandes cambios, y parece que va a enturbiar la complicidad entre padre e hija, acostumbrados ambos a un estilo de vida alegre, frívolo y despreocupado. Y Cécile no está dispuesta a consentirlo. Es una novela bien escrita, fácil de leer, en la que destacan los sentimientos contradictorios de la protagonista. Entretenida y absorbente, se lee muy rápido.