Calma absoluta. Abolida o al menos postergada la monarquía, el pueblo de Marylène vive apaciblemente gracias a su sistema de autogestión. Pero Boris, hijo de la que fuera todopoderosa reina Aglaé, a la sazón asesina del tirano Von Krantz y liberadora de la región, tiene planes de reconquista. Para el pequeño déspota con cabeza de tubérculo, la historia requiere de un nuevo comienzo, idea con la que también comulga Sabina, una guerrera ávida de venganza…