La querida Adeline se ha ido, pero su espectro sigue rondando por las habitaciones de Jalna y sus últimas palabras resuenan aún en los pasillos de la finca. Finch es muy consciente de ello: pronto cumplirá veintiún años y tendrá por fin acceso a la herencia de su abuela. El espinoso asunto y el recu...