¡Ay cuánto quiero este libro! Porque es mío y de nadie más. Buenos, es cierto que tú puedes leerlo y hasta comprarlo, pero se trata de mí. Sí, reconozco que hay más personajes: una niña tímida, un par de amigos imaginarios y varios monstruos de la noche; pero yo soy el protagonista, el centro de ate...