Un viaje por los diferentes parajes confiteros de la dulcería popular andaluza, que presenta determinados rasgos caracterizadores: mantiene su tradición morisca y está vinculada al calendario festivo-religioso.
Frívolo, juguetón, variopinto, hollywoodense, miserable, estupendo y nada filisteo, el cuplé condensa una etapa de la historia de la sentimentalidad del siglo XX.