En el callejón de la pescadería nació un día un gatito blanco, canijo y corajudo, que para disgusto de sus papás se empeñó en decirles a los demás gatos algo realmente sorprendente: «¡Soy un perro!». Pues sí, insistía nuestro amigo. «¡UN PERRO!».
Galicia, septiembre de 1932. Antes de clausurar la temporada de verano, el Gran Hotel de Mondariz-Balneario se dispone a acoger una boda de campanillas a la que están invitadas algunas de las más conocidas fortunas de España. Hasta allí es enviado Sebastián Faraldo, periodista peculiar, obeso y sent...