Torero, escritor, mecenas y amigo de los poetas de la Generación del 27, Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934) fue, además -todos los testimonios coinciden en ello-, un hombre de personalidad excepcional y dotado de un atractivo singular. En el presente volumen, Andrés Amorós traza un ameno y completo perfil de todas las facetas de la intensa existencia de aquel a quien Federico García Lorca llamó «andaluz tan claro, tan rico de aventura» y cuya trágica muerte le inspiró la mejor elegía de la España de este siglo: el «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías».