Aidan, como todos los dioses, es un joven atlético, y atractivo, pero eso no le bastaba para ser feliz. Aidan empezaba de nuevo a ir a clase, y se sentía muy raro al ser “el nuevo”, la verdad es que no empezó con buen pie, ya que desde el primer momento en que entró en la clase de matemáticas, se había ganado su primer “enemigo”, aunque en este caso, enemiga, Anne. En su primer día le pasaron demasiadas cosas, hasta fue “secuestrado” por un hombre que se hacía llamar Elessar. Este hombre le decía que eran especiales, y así se lo demostró. De camino a donde Elessar quería llevarle, Dana, una enigmática mujer, le muestra a Aidan un hermoso anillo y éste, deseoso de poseer tal joya, lo roza, indicándole Dana que una maldición caería sobre él. “El héroe divino ha regresado y junto a él una maldición, pero será el único con poder suficiente para salvar la tierra de Shin. La pérdida de un cuerpo vendrá precedida con la caída de la maldición y un espíritu joven se alzará entre las tinieblas”. Aidan no sabe hasta qué punto esa maldición le hará daño… En su viaje, Aidan descubre quién es realmente y quién es su verdadero padre. Dioses, magia, oscuridad y amor… lo imprescindible para una buena obra.
hace 14 años