El pequeño Francis ha huido de un peligro y es acogido en casa de su tío Ubriaco y su prima Amelia. Esta última es una niña protestona y religiosa que afirma que se está muriendo y muestra una aversión visceral hacia Francis, al que martiriza. Como la relación con su hija atraviesa un momento difícil, el tío Ubriaco decide emprender un viaje con su sobrino, donde recompondrá su relación paternal con el niño, dejando atrás a Amelia. Un recorrido por varios pueblos de Francia, en un mundo que está a punto de conocer la guerra, que para el pequeño Francis se convertirá en una suerte de viaje iniciático.
Escrito entre 1937 y 1938 en inglés –pero publicado por primera vez a finales de los ochenta–, este relato imprescindible de la narrativa de Leonora Carrington se sitúa en la época inmediatamente anterior a la descrita en Memorias de abajo: el año 1937 en que, al poco de conocerse, Leonora y su amante (el pintor surrealista Max Ernst, que era muchos años mayor que ella) huyeron de París para dejar atrás a la entonces esposa de este, Marie-Berthe. Así, con un tono ficcional y una potente carga simbólica, el relato describe un episodio puramente autobiográfico, donde la historia del tío Ubriaco, su hija Amelia y el pequeño Francis es, a fin de cuentas, la de Max Ernst, Marie-Berthe y Leonora, que se reserva el papel de hombre adolescente.