Felipe Díaz, un intelectual chileno cincuentón, brillante, culto, políticamente comprometido, pero también vividor, mujeriego y bebedor, aparece un día muerto en su apartamento de París. Encuentra su cuerpo inerte el doctor Patricio Illanes, un hombre ya mayor, disciplinado y felizmente casado con Silvia, mucho más joven que él, amigos íntimos los dos de Felipe. De ese episodio y de una vaga sospecha que va apoderándose del viejo médico arranca la conmovedora historia de un amor crepuscular y de un proceso de celos incontrolable que lo llevará a emprender una compleja investigación casi policial, a la vez en la vida de Silvia y Felipe y en los oscuros pasadizos personales de una pasión desconocida. De sorpresa en sorpresa, Patricio avanzará por un terreno imprevisto y resbaladizo en el que la razón, que siempre había dominado sus actos, parece diluirse sin remedio y le predestina a un final tan sorprendente para él como para el lector, arrastrado, sin aliento, por el laberinto de sus fantasmas.