Durante cinco generaciones Crosslyn Rise había sido el hogar de una de las familias más importantes de Massachusetts. La magnífica finca se estaba transformando en una urbanización de lujo y el proyecto reunía a una variada gama de inversores. Para Nina Stone, Crosslyn Rise representaba el gran salto en su carrera de agente inmobiliaria. Estaba dispuesta a poner en marcha sus técnicas de venta más agresivas, pero había encontrado un obstáculo: John Sawyer, un relajado librero que también había invertido en Crosslyn Rise y no estaba dispuesto a ir por el mismo camino que Nina. Las ambiciones de ella no tenían límite, mientras que él era un hombre realista y con los pies en la tierra. John tendría que convencer a Nina de que allí era donde se forjaban los sueños.