Pellizcos de nostalgia revividos desde el punto de vista de la infancia. La vida humilde y sencilla de los habitantes de un valle leonés en tiempos de posguerra. El desván nos traslada a ese lugar de juegos, de confidencias, de secretos, de deberes de escuela y de alegres meriendas con pan con aceite y azúcar. Momentos tiernos, dulces y brillantes, en una zona rural de España que respiraba todavía con levedad, amargura y tibieza. Lirismo ligero en letras.

Después de leer "Fábulas del sentimiento", como primera toma de contacto con este autor, "Días del desván" se queda un poco floja. He leído muchos libros en gallego sobre historia de niños en plena etapa de la Guerra, antologías de cuentos de varios autores sobre este mismo tema, y me resultaban demasiado similares. Quizás mi resquemor venga dado por la poca originalidad, o poca innovación. Son treinta capítulos, y yo como lectora, tuve la sensación de que realmente la duración es de un mes. En este sentido, Mateo Díez me ha ganado, y me quito el sombrero. Por lo demás, no deja de ser un libro de sobremesa, predecible y sencillo. Uno de esos finos volúmenes que te llevas a la playa o a un parque para hacer más amena la tarde, sabiendo que no vas a extraer grandes sensaciones.