Los Diarios secretos de Wittgenstein están íntimamente ligados a la actividad filosófica de su autor. Sin embargo, a pesar del enorme interés contextual de sus contenidos personales, los albaceas impidieron su publicación, en un intento falsamente piadoso de ocultarnos el personaje real con sus miedos, sus angustias, su elitismo ascético o su homosexualidad. Wilhelm Baum ha rescatado estos cuadernos vivos y patéticos en los que Wittgenstein escribía en clave en las páginas pares sus vivencias íntimas, mientras que en las impares anotaba en escritura normal sus pensamientos públicos.