Alice, Milo y Bobby han ido a Australia para visitar a Peter y a Mae. Pero un espantoso acontecimiento los hace volver a Minnesota. A Alice, cada vez le resulta más difícil acostumbrarse a la idea de eternidad que la vida de un vampiro conlleva. Su creciente inseguridad respecto a Jack, y la cada vez más frecuente presencia de Leif hacen tambalear los principios de la vida de Alice.