Cuando E. T. A. Hoffmann envió El niño desconocido a su editor, escribió lo siguiente: «,Le recomiendo mi cuento de este año. Es más claro, más infantil, y por tanto más para niños, aunque no capten la idea profunda del cuento»,. Quizá esa idea profunda ha distanciado a veces a cierto público de Hoffmann. Uno de los hermanos de San Serapión advertía al autor que modificara el título general: según él, sería más exacto titularlo Cuentos para niños grandes y pequeños o Cuentos para niños y para los que no lo son, «,y así todo el mundo podrá leerlos sin miedo y, al hacerlo, pensar lo que quiera»,.