Qué difícil es reseñar este libro. Lo primero que quiero hacer es advertir a quien no lo haya leído y tenga ganas de hacerlo, que lo que se encuentra en sus páginas no es una historia romántico/erótica. Por el contrario, la primera mitad de la novela se centra exclusivamente en el secuestro de la protagonista y su “condicionamiento” para ser vendida como esclava sexual. En esta parte, la lectura es muy desagradable, porque la autora no se guarda nada al momento de describir el sufrimiento, la tortura, la humillación y el quebrantamiento de la dignidad de una persona privada de libertad. ¿Está bien escrito? Sí, está muy bien escrito ¿Es repugnante? Sí, es absolutamente repugnante. Estuve a punto de abandonarlo en varias oportunidades. Iniciando la segunda mitad, el libro da un giro de 180° grados, pues después de habernos tenido aguantando la interacción de sus dos personajes principales casi en forma exclusiva, la historia se abre a una serie de acontecimientos donde entran en juego más personajes y mucha acción y… mucha violencia. Si hay un personaje destacable es Livvie… el proceso de autoconocimiento de la protagonista durante todo este proceso es notable y su actuar no me ha defraudado en ningún momento. Otra cosa es Caleb… es un personaje despreciable pero que en las últimas partes deja notar cómo comienza a afectarle emocionalmente la presencia de Livvie. Claro que llegamos hasta ahí porque el libro tiene la desagradable usanza de quedar completamente abierto a una segunda parte, sin preocuparse de cerrar aunque sea algo del conflicto principal de la entrega.