Bañado por la pálida luz otoñal, el pintoresco pueblecito costero de Penmarron, en Gales, es el escenario de otra historia que Rosamunde Pilcher nos va descubriendo con el inigualable estilo que le ha ganado millones de lectores en todo el mundo. La joven galerista Prue llega de Londres para visitar a su excéntrica tía Phoebe, viuda de un pintor cuya fama atrajo en su tiempo a un grupo de jóvenes artistas. Entre ellos se encuentra Daniel, un atractivo norteamericano que, por algún motivo, ha sentido el impulso repentino de volver a Penmarron. Y con ellos coincide la niña Charlotte, entrañable personaje que, poco a poco, va adquiriendo un papel decisivo en el desarrollo de la historia. Aunque la comunidad es pequeña y el pasado está fresco en la memoria de todos, hay secretos que nunca han sido desvelados y que, de conocerse, serían comprometedores.