Escondido en los valles galeses, rodeado de pinos y abedules plateados, Cwmcysgod podría parecer un lugar tranquilo y soñoliento. Pero basta con detenerse un momento para notar cómo, bajo la superficie, las tensiones hierven a fuego lento. Catrin Bone, de dieciséis años, solo conoce la versión que l...