Mi madre lava la ropa en la linde del jardín. Más allá está la acequia y más allá de la acequia, el río, con su cesta de días y de muertes. Pero mi madre lava la ropa en la artesa y a mano, con un cepillo de plástico sin dientes, sujeto a la nervadura de sus dedos. Aún joven lava mi madre las camisa...