Al pájaro goloso le gustaba mucho comer. Por eso emprendió un viaje que lo llevó hasta una gran finca llena de frutos. Allí comió hasta hartarse, pero también hizo amigos y encontró el trabajo perfecto para él.
El pajarito perdido ha encontrado un nuevo hogar y ha descubierto que tiene un problema: no sabe volar. Pero también tiene un don: canta mejor que ningún otro pájaro. La fama cambiará su vida y le ayudará a recuperar a su familia.