Galardonada en su día con el premio Médicis, es una novela "española" en muchos sentidos. Su narrador, Manuele, nacido en Roma, es hijo de la española Araceli, que dejó su Almería natal al casarse. Tras la muerte de su madre, Manuele emprende un viaje en busca de sus desconocidas raíces y su perdida infancia feliz. Parte así hacia Almería, la tierra de su madre que, de niño, le hablaba y le cantaba en español. La acción se sitúa en noviembre de 1975, durante la agonía de Franco, un contexto que refuerza la reconstrucción de los recuerdos familiares de Araceli.