Un libro crepuscular, expiatorio y trascendente que no se circunscribe al relato de los hitos fundamentales de la vida de Ernesto Sábato, aunque ciertamente, y en razón de su condición de ensayo biográfico, se aborda este particular: la infancia infeliz en Rojas junto a sus hermanos y a su padre, un hombre que lo marcaría a fuego de por vida; la adolescencia en la soledad de La Plata y el descubrimiento del paraíso de orden y de sentido de la ciencia; su vinculación con el comunismo revolucionario y el episodio de París; el doctorado en Física y la beca en el Laboratorio Marie Curie en medio de su crisis final con la ciencia; "El Túnel" y la literatura como expiación de las resultas más oscuras del pensamiento lógico; el arte y el hombre íntegro ante la realidad de la vacuidad de sentido, del relativismo y del hombre cosificado; la decadencia, los recuerdos de su origen y la promesa final, ese maravilloso pacto entre derrotados. Publicado hacia 1998, Ernesto Sábato lo escribió antes del fin del tiempo histórico en que vivió, en el cénit de la crisis ética y aun metafísica de la posmodernidad; antes del fin de su pequeño mundo, Matilde, sus hijos y la casona en Santos Lugares; antes del fin, en definitiva, de su propia vida: una vida de peripecias y de sucesos dignos de admiración, como el Premio Cervantes y su participación en el informe de la CONADEP, y de claroscuros cuya fuerza dramática reforzarían hasta el final una de sus mayores convicciones: la condición humana es una cuerda tendida entre lo apolíneo y lo dionisíaco, entre lo diurno y lo nocturno, entre la vida y la muerte; y a lo largo de ella, sobre el abismo que Nietzsche entreviera, camina el hombre en búsqueda de su destino.
hace 10 años