A los dieciséis años, Cixí fue elegida una de las numerosas concubinas del emperador. Pasó entonces a vivir en la Ciudad Prohibida de Pekín, rodeada de eunucos -de uno de los cuales se enamoró con consecuencias trágicas-, y su astucia le permitió no sólo sobrevivir en la corte sino también escalar p...