«Iba yo a moverme una vez más para que no pudiera verme, pero no tuve tiempo ni lo necesité. ¿Qué vi? Frente a frente, en aquel patio en el que no se habían encontrado, seguro, nunca -pues el Sr. de Charlus sólo acudía al palacete de Guermantes por la tarde, en las horas en que Jupien estaba en su o...