Al final de su vida, Alan Watts estudió profundamente las raíces del Tao y del Zen. Se instaló en una tranquila cabaña en las montañas y dedicó la mayor parte de su tiempo a meditar y escribir sobre su experiencia. Este libro recoge las charlas que ofreció durante ese periodo de su vida en su casa flotante en Sausolito y en el Instituto Esalen de Big Sur, en California. Sus conferencias reflejaron, primero, toda una vida de intenso aprendizaje y brillante erudición, además de muchos años de estudio de las artes taoístas, incluyendo la poesía o la caligrafía, también le encantaban todas las formas de la práctica del Zen, desde la meditación zazen hasta la caligrafía, pasando por las ceremonias del té. Practicaba lo que predicaba, y durante el curso de su vida pasó de estar dedicado intensamente a su intelecto a ser un espíritu libre, alegre y espontáneo que amaba la risa, la vida y la meditación.