Susanna es el recuerdo del inquietante encuentro entre dos mujeres. Una institutriz judía, que está esperando el permiso para poder salir de Alemania y huir de la amenaza del nazismo, rememora los días que pasó junto a su alumna, una bellísima joven mentalmente perturbada. La narradora, una mujer adulta, razonable, aparentemente ajena e insensible a los asuntos del corazón, debe hacerse cargo de un ser antojadizo y maravilloso, una suerte de animal festivo, fuera del tiempo… La joven conoce a un hombre recién llegado al pueblo y se enamora por primera vez —un amor acompañado por un deseo sexual arrollador que poco quiere saber de las limitaciones impuestas por una sociedad "razonable" que, en última instancia, la excluye— y su institutriz tiene que enfrentarse entonces con sus propios sentimientos e incapacidades. Esta confrontación, al igual que el abrupto final del relato, refleja sin duda la propia impotencia de la autora —asesinada en Auschwitz poco después de terminar de escribir Susanna— ante el futuro sin mañana que aguardaba a los judíos tras la llegada de los nazis al poder.