Elena tiene 15 años y va en tercero de secundaria. Tiene muchos lunares y no le gusta su pelo. No es muy aplicada en la escuela y, aunque tiene pegue, se siente insegura desde que empezó a crecer más en talla de brassier que en estatura. Pero también es simpática, intensa y está enamorada de quien no debe. El año escolar está a punto de terminar. Un amigo de Elena ha concebido un plan maestro para robar el examen final de Física. En las semanas siguientes, Elena tendrá su primer novio y lidiará con la traición de su mejor amiga, con los problemas de alcohol de su papá y con los límites confusos de su cuerpo y su cabeza; para colmo, tendrá que romper un corazón para saber hasta dónde llega el suyo. En el camino, Elena se lleva más de un trancazo y toma más de una mala decisión; pero nunca deja de hacer lo que siente y de enfrentar las encrucijadas que se le presentan con un gran sentido del humor.