Vale, okey, la casa está llena de espíritus, ¿y ahora qué? Pues... ¡Buster no tienen ni idea! Su vida como gato casero consiste en comer, dormitar, ver las aventuras de Supergato en la tele y ronronear a su humana para que le acaricie la barriga. Van a tener que ser Nova y Chauncey, dos gatos callejeros tremendamente hambrientos, quienes le enseñen a utilizar sus instintos felinos y le ayuden a encontrar las llamadas “moras tenebrosas”, un fruto silvestre que brota quién sabe dónde. Ser un gato rápido y feroz no resulta nada fácil, pero, cuando la oscuridad nos rodea, debemos encender nuestra llama interior.