Martín es el protagonista de esta historia, un niño travieso e inquieto con una gran imaginación que vive con su familia en un humilde caserío de la Peña, barrio de Arrigorriaga, un pueblo muy próximo a Bilbao. Lleva una vida feliz, como la de cualquier otro niño, hasta que la Guerra Civil cambia su mundo por completo. Junto con sus hermanos y amigos aprenderá que los aviones lanzan bombas desde el cielo, cuándo hay que huir a los refugios, y que la gente muere en las guerras. Por una serie de desafortunados acontecimientos, Martín y tres de sus hermanos acaban viéndose solos, convertidos en refugiados de guerra y sobreviviendo entre el hambre y el miedo.
Esta no es otra novela cualquiera sobre la Guerra Civil. En primer lugar está basada en hechos reales, pues el protagonista, Martín, es el padre del autor y vivió los tremendos hechos que se narran en primera persona. Abrisketa hace un gran trabajo de documentación acompañado de los recuerdos de su padre, con lo que la obra conlleva una implicación emocional inmensa, que se destila en cada página. Su estilo a la hora de escribir, por otro lado, es tan especial que casi hace parecer bella una historia durísima. En ocasiones muestra a los protagonistas, cuatro niños, como personajes de cuento: unas veces, Peter Pan, otras el Flautista de Hamelín; con sus antagonistas reales e imaginarios, como Garfio, y es que la imaginación y la inocencia de los pequeños está presente en toda la novela, a pesar de todo lo que les toca vivir.
Intercala de forma esporádica capítulos de su presente como autor de la obra mientras termina de escribirla, sus impresiones y sentimientos y los de su familia, sobre todo los de su padre, su implicación al leerla y ayudarle en su proceso de creación.
Historia llena de emoción y sentimiento, narrada de una forma tan humana y tierna que no puede dejar indiferente a nadie. Es una novela en mayúsculas, que tiene al lector con un nudo en la garganta y las lágrimas en posición de salida durante no pocas páginas. Es imposible no empatizar con esas cuatro criaturas, víctimas de una guerra cruel como todas las guerras.
No sé cómo no he oído hablar de esta obra con anterioridad, ni cómo en su momento no fue un fenómeno literario de mayor renombre, pues algo así no se encuentra a menudo, con tanta calidad literaria y humana. No puedo más que agradecer al autor el haberla escrito. (Raquel Bernabeu Rico, 29 de mayo de 2023)