Esta monografía proporciona un relato sinóptico, pero detallado, de los siglos durante los cuales Europa pasó de ser una abstracta expresión geográfica a una nueva entidad, culturalmente coherente aunque políticamente dividida. Así, examina cómo fueron sustituidas las estructuras sociales, económicas y culturales de la Antigüedad por sus equivalentes medievales, y busca definir el contexto europeo mediante el examen de aquellas fuerzas externas, como las confederaciones nómadas de Asia Central y el Imperio islámico de los árabes, que contribuyeron a configurarla a través de conflictos sucesivos.