Impresionante descubrimiento (por casualidad) con estas “Historias negras” de un autor completamente desconocido para mí. Con un dibujo realista y en blanco y negro, muy adecuado a lo que quiere transmitir el autor, retrata la perversión, lo inmoral y la estulticia que todos llevamos dentro y que, en determinadas situaciones, sacamos sin pudor a la luz. Son historias cortas de… ¡2 páginas! (excepto un par de títulos) que condensan a la perfección el alma negra de cualquier ser humano. Son casi una veintena de pequeñas narraciones que están agrupadas por motivos temáticos. El primero, para mí el mejor de todos, está dedicado a la pena de muerte, la ley y la tortura. Luego se tocan otros argumentos como: la religión y su vertiente fanática y estúpida; la crueldad y la sinrazón de la guerra; los problemas de la vida cotidiana y los avatares del hombre corriente; los instintos de supervivencia en condiciones extremas. Todos estos relatos, además de no tener compasión con la condición humana, utilizan un realismo duro con sensación de verosimilitud, unas historias plausibles en el pasado, en la actualidad o en el futuro que a todos “nos puede tocar”. Incluso la primera narración “Un día de campo”, con todo lo increíble que pueda parecer, está basado en hechos reales. También hay cierto humor en algunas de estos relatos, eso sí, un humor negro, muy negro. Se escapa, de vez en cuando, una sonrisa, un gesto con un cariz amargo y que no tiene otro propósito que ser recriminatorio contra la sociedad, la persona individual o… contra uno mismo; el lector decide según su experiencia o candidez. Otra particularidad esencial que me encanta de este cómic es “la vuelta de tuerca” que poseen todos títulos. Hay un giro argumental que se plasma en las últimas viñetas y que deja sorprendido por el camino impensable que toma la trama inicial.
hace 10 años