Esta novela no es lo que parece. Ambientada en un lugar ficticio, narra hechos que, si bien provienen de la imaginación de su autor, no conllevan mucha fantasía mágica.
Nuestro viaje comienza en una aldea llamada Vultimaco cuyos orígenes estuvieron marcados por un sistema matriarcal, en el que el autor nos presenta un mundo idílico; sin conflictos, cuya riqueza es la búsqueda del bien común… pero que se vio invadido por varios pueblos y religiones y terminó siendo, a partir de 1947 un pueblo maldito para las mujeres que sufrían abusos, humillaciones y todo lo malo que el lector pueda imaginar. A partir de ahí se desarrolla esta novela que más que estar relacionada con la ciencia ficción o la fantasía, está más vinculada al feminismo y al poder de las mujeres.
Lo primero que me gustaría destacar de la novela es su magnífica ambientación. Nos trasladaremos fácilmente a la vida de este pequeño pueblo y recorreremos el colegio, la parroquia, la tasca…con gran plasticidad. En cuanto a la estructura de la narración, me ha gustado que esté dividida en dos tiempos distintos y es que, necesitamos comprender lo que el autor nos quiere trasmitir sobre el pasado de Vultimaco para entender el compromiso y relación con la época actual, que protagoniza Penélope. Esta vida de aldea con sus propios ritos y costumbres, me recordó en algunos aspectos a la novela de terror escrita por Robin Hardy y Anthony Shaffer “The Wicker Man”, en la que, sin versar sobre el mismo tema, puedes notar ese aire enrarecido entre los habitantes que pueblan sus páginas.
En lo referente a la trama, destacaría sobre todo la originalidad de la misma. El misterio está presente durante toda la obra, hasta el final y eso es algo que se agradece. No obstante, hay algunas escenas de maltrato animal, aborto y las propias situaciones personales de estas mujeres, que han sido duras de sobrellevar durante la lectura. Entiendo que el libro debía ser así para poder justificar las decisiones que van tomando ellas en Vultimaco, no obstante, me hubiese gustado que no fuese tan extremista, ni en lo bueno ni en lo malo ya que este punto me sacaba un poco de la historia. Pero si buscáis una obra ideológicamente fuerte sobre la diferencia de género, esta es una opción.
Lo que más me ha gustado del libro es el mensaje general sobre la capacidad de las mujeres; para trabajar juntas, comprenderse… y sobre todo, la importancia de valorarse y ser fuertes. Creo que es esencial para cualquier persona (seas hombre o mujer) buscar el bien común y no dejar que los acontecimientos externos nos hundan. Estos mensajes me han gustado mucho a lo largo de la novela. También, la manera de escribir del autor ya que tanto la ambientación como el perfil de los personajes, quedan muy patentes y resuenan fuerte a lo largo de la novela.
En conclusión, estamos ante una lectura feminista con mucho carácter, que recomendaría a los lectores interesados en el tema. (Gloria Mª Martínez Tarazona, 11 de abril de 2022)