Leer completa: https://lalibertariainformacion.es/2020/02/conversaciones-sobre-el-ruido-del-tiempo-de-julian-barnes-con-el-loro-de-flaubert-capitulo-1/?fbclid=IwAR1AQHGX_G3l5TBMTFcSFKrPicGQXLocFRC25Sw4j2S9QCTnk1FxxMsqtJY Podríamos estar haciendo un viaje a la URSS de Stalin y de Krushev y a la música de la época. Sin embargo, en el ruido del tiempo, Rusia, la música, los líderes soviéticos, y el mismísimo protagonista, el celebérrimo compositor Dimitri Shostakóvich, son simple atrezo para el verdadero viaje al que Julian Barnes nos invita, un viaje introspectivo hacia el lado más original del artista, aquel que tiene que ver con las emociones, con el miedo y la dicotomía de sus posibles respuestas, la cobardía o la valentía. Es un viaje al lugar interior desde donde nace el arte y al lugar exterior al que va dirigido. El novelista inglés, a través de los recuerdos y el carrusel de pensamientos ficcionados de Shostakovich nos invita a reflexionar sobre la relación del poder con el arte desde todos los planos posibles (cuando es censurado, cuando es utilizado o cuando es una protesta contra el poder), con el público objetivo del arte (¿A quién pertenece el arte?), con la función del miedo como mecanismo de control social y con la visión individual de este mismo miedo y la pusilanimidad en el interior de una mente brillante pero fajada por la cobardía. Para mí, el título de la novela, en un sentido formal y estilístico, es un reflejo del ruido de nuestra mente en estado reflexivo que no conoce el descanso. No hay página del libro en la que no te obligue a pensar en una idea, igual que no hay segundo en que seamos capaces de dejar nuestra mente en blanco y apagar nuestro propio ruido del tiempo (pasado y futuro).(Seguir Leyendo)
hace 3 años