La economía, en tiempos de crisis, se ha convertido en una disciplina dominante. Su jerga, las ideas que encierran los conceptos básicos y la forma de presentarlos ante la ciudadanía ha hecho de esta ciencia social, una verdadera dogmatica moderna. Martín Seco ha hecho un ejercicio necesario para aclarar qué se esconde bajo un lenguaje técnico y en ocasiones neoliberal.«,No cabe duda de que el lenguaje constituye una característica exclusiva y propia de la naturaleza humana, es más, podemos afirmar que el hombre solo se conforma como tal mediante la palabra.»,«,Sigamos el consejo que Galbraith daba a los ciudadanos: La única actitud veraz consiste en exigir la explicación más completa y preguntarse si tal explicación resiste la prueba del sentido común. Si alguna vez un economista le pide a usted que acepte su punto de vista como si fuese el evangelio con el pretexto de que se basa en la erudición, no se crea una palabra.», (Juan Francisco Martín Seco)