La madre de Jess tiene el sentido de la oportunidad de un torturador consumado. Hacía poco que Jess salía con Fred y había planeado pasar todo el tiempo que pudiera con él. Pero su madre decidió emprender, con ella y la abuela (y las cenizas del abuelo), un vertiginoso e histórico tour que concluiría con una visita a su padre en Saint Ives. En otras circunstancias, la idea de visitar a su padre hubiera hecho que Jess se pusiera a dar botes de alegría, pero ¿por qué tenía que ser precisamente ahora?