Es un claro de luna desmoronado, ciego, que lóbregos estambres enarbola; es un claro de luna en la pared del comedor, y avanza, por garras de candor, las alas a la rastra. Bajel de inmensidad, todo gris ligereza, con indolencia gris te amustias y tu vuelo, rezongando, rebota. Las bandejas se apartan...