Edouard Furfooz, un hombre de cuarenta y seis años, vive apasionado por las cosas minúsculas. Colecciona por el mundo entero todo aquello que cabe en la mano de un niño. En Roma, Tokio, París, Londres, Edouard Furfooz compra y vende juguetes viejos, muñecas, miniaturas, todos ellos preciosos y ejecu...