«No voy a preguntarle por las razones de su estrés. No voy a estrujarme los sesos para encontrarle una solución. Últimamente hay muchos programas en televisión donde un psicólogo escucha los problemas de los pacientes y les da ánimos, ¿verdad? Pues esas cosas no sirven para nada». Con esa filosofía...