El príncipe Sternenhoch es menudo y escuálido; anda «algo desdentado, mondo y lampiño, además de un poco bizco y significativamente cojitranco»; pese a ello, y a su vulgaridad e ignorancia, es también engreído y vanidoso; por ese mismo motivo, resulta indiscutiblemente ridículo. En un baile de la no...