A veces unos versos, leídos en la juventud, te acompañan toda la vida; o leídos en la madurez, te permiten entender la noche ya lejana de tu juventud. A muchos les ha ocurrido con este poema. Dicen que Kipling lo escribió para enseñarle a vivir a su hijo. También dicen que le inspiraron las virtudes...