Vienen a por ti. Ignoras qué o quiénes son, pero tienes miedo. Procuras avanzar mientras te balanceas en la cuerda floja de la cordura, entre la angustia y el desconocimiento de lo que te persigue. Un abismo de negrura y desolación se abre bajo tus pies. Te paraliza, pero no debes perder el control....