El éxito en 1837 de Estampas de señoritas de William Caswall, un humorista que escribía con seudónimo, empujó a Charles Dickens a publicar una réplica anónima, Estampas de caballeretes (1838), dedicada a «las señoritas del Reino Unido». En ella acusaba amablemente a Caswall de cierta misoginia y se...