Stanley Kubrick, más que ningún otro realizador contemporáneo, ha sabido proyectar en la pantalla el imaginario de nuestro tiempo: de Lolita a Eyes Wide Shut, de Atraco perfecto a El resplandor, de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú a La naranja mecánica, de 2001, una odisea en el espacio a Barry L...