La madre de Alegría, que se pasó el embarazo llorando por las palizas que le daba su marido, cree haber robado a su hija todas las lágrimas. Sólo Nicolás Delfín, un joven que sueña con vender piedras de la Luna, da un poco de alegría -y nunca mejor dicho- a la triste existencia de la protagonista....