En manos de Gaston Bachelard (1884-1962), el ensayo literario adquirió una fluidez y una libertad verdaderamente proteicas. Bachelard, el filósofo magistral, era, a un tiempo, el psicólogo y el poeta; el amoroso y cuidadosísimo descifrador de imágenes; el fenomenólogo capaz de leer en versos, novela...