Tello es –fue– un andaluz. Feo, entrañable, cristiano trascendente con cierta alegia no rencorosa a lo clerical. Y trabajador. Sobre todo, por apego a un lugar concreto: Santa Amalia, hacienda recostada al sol en las laderas de Sierra Morena.
Este libro contiene una obra de teatro y cuatro relatos breves de distintos momentos en la trayectoria personal del autor. Permítasenos el ejercicio de heterodoxia pues constituyen buena prueba de su maestría. En literatura, como en el arte, no existen compartimentos estancos. La pieza que vertebra...